lunes, 9 de noviembre de 2015

Bocas de Ceniza


El pasado Sábado 07 de noviembre del 2015 tuve la oportunidad de visitar Bocas de ceniza que es  es el punto de desembocadura del río Magdalena en el Mar Caribe. Debe su nombre al color cenizo que toman las aguas del océano al recibir las del río. En la actualidad, el río desemboca en el mar a través de un canal artificial construido en los años 1930.



Las Bocas de Ceniza fueron descubiertas por Rodrigo de Bastidas el 1.° de abril de 1501, descubriendo de paso el río Magdalena. En el año 1824 se inició la navegación fluvial con buques de vapor, lo que despertó el interés local en la utilización de Bocas de Ceniza. La construcción del Ferrocarril Barranquilla-Salgar en 1872 y el traslado de la Aduana Nacional a Barranquilla incrementó el deseo de habilitar el sector de Bocas de Ceniza para el comercio marítimo internacional.
La construcción del muelle de Puerto Colombia en 1893 contribuyó al abandono definitivo de la vía Bocas de Ceniza, pero por el año 1906 se reanudó la campaña a favor de su apertura. Los efectos de este esfuerzo de Barranquilla culminaron en el contrato celebrado por el Gobierno Nacional en 1914 con la Casa Julius Berger Konsortium para la elaboración del proyecto de apertura y canalización de las Bocas de Ceniza y la construcción de un puerto terminal. Sin embargo, el resultado de la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias económicas impidieron la ejecución de éste.

En 1919 la Compañía Colombiana de Bocas de Ceniza celebró un contrato con el Gobierno Nacional para la ejecución de las obras. Su directiva quedó integrada por Tomás Suri Salcedo, José Fuenmayor Reyes, Manuel Julián Alzamora, Víctor Dugand y Clodomiro Salas, miembros de la Junta Directiva de la recién constituida Cámara de Comercio de Barranquilla. También pertenecían a la Junta Ernesto Cortissoz, Gregorio Obregón, Julio E. Gerlein, Alberto Osorio, Andrés Rodríguez, Germán Palacio, Pelegrino Puccini y Alberto Roncallo.
La crisis de 1929 paralizó nuevamente el proyecto, pero por iniciativa de los hermanos Roberto y Karl Parrish, el Gobierno Nacional suscribe un contrato con Winston Brothers para la terminación de los trabajos, solemnemente inaugurados por el presidente Alfonso López Pumarejo en 1936. El 22 de diciembre se oficializó la apertura del canal navegable y se inauguraron las instalaciones del Terminal Marítimo y Fluvial. López Pumarejo abordó en Puerto Colombia el destructor Antioquia de la marina colombiana a las 2:40 de la tarde, acompañado por el Designado a la Presidencia Alberto Pumarejo Vengoechea, dirigente barranquillero que intervino activamente para convertir en realidad el proyecto, por los ministros Plinio Mendoza Neira y César García Álvarez, el gobernador Rafael Blanco de la Rosa, y el alcalde de Barranquilla, Arturo Ponce Rojas. El destructor Antioquia estuvo escoltado por el buque escuela Ciudad de Cúcuta y los navíos norteamericanos Omaha y Manley. El presidente López cruzó las Bocas de Ceniza y llegó al Terminal en medio de una escuadrilla de aviones militares. En su discurso, López señaló: «Barranquilla es, desde ahora, puerto de mar». Sin embargo, solo hasta 1939 se concluyeron las instalaciones del Terminal y la red de luces y señales en el canal navegable.



En general, fue una experiencia muy bonita y cansada a la vez pero vale la pena visitar Bocas de Ceniza.