El pasado Sábado 07 de noviembre del 2015 tuve la oportunidad de visitar Bocas de ceniza que es es el punto de desembocadura del río Magdalena en el Mar Caribe. Debe su nombre al color cenizo que toman las aguas del océano al recibir las del río. En la actualidad, el río desemboca en el mar a través de un canal artificial construido en los años 1930.
Las Bocas de Ceniza fueron descubiertas por Rodrigo de Bastidas el 1.° de abril de 1501, descubriendo de paso
el río Magdalena. En el año 1824 se inició la navegación fluvial con buques de vapor,
lo que despertó el interés local en la utilización de Bocas de Ceniza. La
construcción del Ferrocarril Barranquilla-Salgar
en 1872 y
el traslado de la Aduana Nacional a Barranquilla incrementó
el deseo de habilitar el sector de Bocas de Ceniza para el comercio marítimo
internacional.
La construcción del muelle de Puerto
Colombia en 1893 contribuyó al abandono definitivo de la vía
Bocas de Ceniza, pero por el año 1906 se reanudó la campaña a favor de su
apertura. Los efectos de este esfuerzo de Barranquilla culminaron en el
contrato celebrado por el Gobierno Nacional en 1914 con la Casa Julius Berger
Konsortium para la elaboración del proyecto de apertura y canalización de las
Bocas de Ceniza y la construcción de un puerto terminal. Sin embargo, el
resultado de la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias
económicas impidieron la ejecución de éste.
En 1919 la Compañía Colombiana de Bocas de Ceniza celebró un
contrato con el Gobierno Nacional para la ejecución de las obras. Su directiva
quedó integrada por Tomás Suri Salcedo, José Fuenmayor Reyes,
Manuel Julián Alzamora, Víctor Dugand y Clodomiro Salas, miembros de la Junta
Directiva de la recién constituida Cámara de Comercio de Barranquilla.
También pertenecían a la Junta Ernesto
Cortissoz, Gregorio Obregón, Julio E. Gerlein, Alberto Osorio,
Andrés Rodríguez, Germán Palacio, Pelegrino Puccini y Alberto Roncallo.
La crisis de
1929 paralizó nuevamente el proyecto, pero por iniciativa de
los hermanos Roberto y Karl Parrish, el Gobierno
Nacional suscribe un contrato con Winston Brothers para la terminación de los
trabajos, solemnemente inaugurados por el presidente Alfonso López Pumarejo en 1936. El 22
de diciembre se oficializó la apertura del canal navegable y se inauguraron las
instalaciones del Terminal Marítimo y Fluvial. López Pumarejo abordó en Puerto
Colombia el destructor Antioquia de la marina colombiana a las 2:40 de la
tarde, acompañado por el Designado a la Presidencia Alberto
Pumarejo Vengoechea, dirigente barranquillero que intervino
activamente para convertir en realidad el proyecto, por los ministros Plinio
Mendoza Neira y César García Álvarez, el gobernador Rafael Blanco de la Rosa, y
el alcalde de Barranquilla, Arturo Ponce Rojas. El destructor Antioquia estuvo
escoltado por el buque escuela Ciudad de Cúcuta y los navíos norteamericanos
Omaha y Manley. El presidente López cruzó las Bocas de Ceniza y llegó al
Terminal en medio de una escuadrilla de aviones militares. En su discurso,
López señaló: «Barranquilla es, desde ahora, puerto de mar». Sin embargo, solo
hasta 1939 se concluyeron las instalaciones del Terminal y la red de luces y
señales en el canal navegable.
En general, fue una experiencia muy bonita y cansada a la vez pero vale la pena visitar Bocas de Ceniza.